Se habla mucho últimamente de las técnicas de estudio, pero ¿qué son realmente?
Cuando eres estudiante, tienes que asimilar una gran cantidad de información, y además, de diferentes asignaturas que pueden estar relacionadas o pueden ser completamente diferentes. En una misma tarde puedes pasar de estudiar la Guerra Civil a la filosofía de Kant.
Aquí es donde entran en juego las técnicas de estudio, que no son otra cosa que estrategias para el estudio y el aprendizaje de nuevos conocimientos. Las técnicas nos sirven para comprender lo que tenemos que estudiar, ordenar la información, facilitar la memorización y ahorrar tiempo.
Existen diferentes técnicas y cada persona debe descubrir cuál es la suya, la que le funciona. A un estudiante le puede ayudar hacer esquemas, pero a otro lo que le sirve es hacer test para comprobar lo estudiado, y a otro le ayuda subrayar y asociar palabras clave. Puesto que cada uno es diferente, las herramientas que se deben utilizar para aprender también lo son.
Además, en plena época tecnológica en la que vivimos, ¿por qué no utilizar la tecnología para estudiar? Puedes estudiar filosofía y, a la hora de repasar, buscar un vídeo en Youtube sobre ese tema, o puedes estudiar la Guerra Civil y buscar una película o documental que te ayude a entender mejor el conflicto.
O, por ejemplo, si estás estudiando inglés, repasa poniéndote un capítulo de una serie en inglés con subtítulos (en inglés también, sino no hacemos mucho…) y así repasarás gramática y harás oído.
Utilicemos las herramientas que tenemos a nuestro alcance para mejorar el estudio. Las técnicas de estudio son el inicio para memorizar y aprender de una manera eficaz, nada de memorizar sin entender y luego “vomitarlo” en el examen. Las técnicas afianzan el conocimiento y, además, son compatibles con las nuevas tecnologías.
Sirvámonos de todos los medios a nuestro alcance para poder aprender mejor. El estudio no tiene que ser solo “hincar codos”. ¿No utilizas el móvil o el ordenador para todo? ¿Y por qué no para estudiar?