El tema sobre el que vamos a hablar hoy es el peligro de las redes sociales.

Hoy en día, cualquier persona, independientemente de la edad, utiliza las redes sociales. En principio, las redes sociales son una herramienta para comunicarse con el resto de gente, tanto conocidos como desconocidos, para entablar nuevas relaciones, para encontrar información sobre un tema o, si hablamos en términos profesionales, para promocionar tu negocio o para vender.

Pero ¿dónde está el problema? ¿Qué hay de malo en esto?

El peligro de las redes sociales radica en que cualquier persona puede hablar de lo que quiera, amparado bajo un perfil, que en algunos casos es falso, sin que haya un control de lo que se dice ni de cómo. Decimos lo que queremos, cuanto más despiadado mejor, sin consecuencias.

Cada día salen a la luz más casos de cyberbullying o acoso a través de internet. Todos los usuarios están expuestos a la intimidación y al maltrato del resto de internautas, pero los más jóvenes no tienen la madurez ni la “valentía” como para “enfrentarse” a sus acosadores. Las humillaciones cada vez son más frecuentes, además, en muchos casos, el acoso va acompañado de imágenes o vídeos que se vuelven virales con mucha rapidez y, una vez subido a internet, es muy difícil frenar la divulgación. Lamentablemente, el número de víctimas de cyberbullying que decide quitarse la vida para poner fin a la situación va aumentando.

Los mensajes de odio, la incitación a la violencia, el maltrato verbal y la intolerancia son situaciones a las que nos vamos acostumbrando en redes sociales. Entramos en un mundo en el que puedes decir lo que quieras, sin que haya una consecuencia. Me reitero en que un alto porcentaje del acoso se realiza bajo el amparo de un perfil falso que hace mucho más difícil encontrar al autor del comentario.

Poco a poco se va elaborando una legislación para que contemple los delitos cometidos en redes sociales, las administraciones se van adaptando a este nuevo modelo de comunicación y van controlando ciertas situaciones que deben ser atendidas. Pero aún hay mucho que hacer, y es necesaria la colaboración de todos para que los comentarios y las opiniones en redes sociales estén regidos por unas normas básicas de respeto y de tolerancia. Aunque sea tu opinión, no todo vale.

Recuerda, colaboremos todos para poner fin al acoso en redes.